Lo bueno que tiene vivir lejos de tu familia y tus amigos de siempre es que conoces siempre gente nueva que puede hacer que cada momento sea único e irrepetible. Gente que a las 07.00h tiene una sonrisa en la cara y te da los buenos días con un beso. Gente que con cualquier tontería que diga te alegra el día, que siente que tus problemas son los suyos y juntos intentaís poner solución a algo que quizá no la tenga. Gente con la que aparentemente no compartes nada y sin embargo, cuando nos los tienes a tu lado parece que una parte de tí ha muerto.
Hoy, al llegar a la cafetería, en esa pequeña habitación donde nos transformamos en camareras, faltaban las Converse negras que mi querída Lulu se calzaba cada mañana durante cuatro meses para enfrentarse a una jornada laboral. No he podido evitar sentirme triste. Ayer cuando me despedía de ella en una calle perdida de Brike Lane no era consciente de lo mucho que la iba a echar de menos y, es que, aunque sólo hemos compartido cuatro meses de nuestra vida, todo ha sido tan intenso como maravilloso. Hemos reído, desesperado, pensado, soñado, comido, cenado, bebido, disfrutado, bailado,... Ahora no sé que voy a hacer sin mi patito francés (solo ella sabe porqué la llamo así), ese que un día entró por la puerta de la cafetería y que desde entonces no me he podido separar de ella.
Es lo malo que tiene estar de paso en una gran cuidad, la gente va y viene y hay días que en los que te sientes tan vacío como alegre porque sabes que se va porque le espera un gran futuro en el que seguro que nos volvemos a reencontrar.
Ludivine, hoy te he querido dedicar este post para darte las gracias por cada momento que me has hecho pasar a tu lado y sobre todo, por enseñarme a ver que estando seguros de nosotros mismos y sabiendo en cada momento lo que deseamos siempre podemos pasar un ratito al día pensando en la Luna y viajando por las nubes mientras aceptamos que tenemos el gran problema de querernos demasiado en poco tiempo.
Te voy a echar tanto de menos....
Good luck, my love!
p.d._ un beso muy grande también a mi Papi, que hoy es su cumple y que sabe que aunque no pueda estar con él para soplar las velas y comerme un pastel a su salud, me he acordado durante todas las horas del día de él. FELICIDADES PAPÁ!
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