4.15.2012

... cometas en el cielo ...



Una vez más he de comenzar estas líneas excusando el hecho de haber desaparecido de la blogosfera. Pero el blog, como cualquier ejercicio de redacción que se precie se debe realizar mediante esa inspiración que sin duda me ha faltado en este último mes.

Pero anoche, gracias a la compañía de tres personas maravillosas, sin las que creo que mi vida ya no será igual, a golpe de las notas musicales de LODV, debido a la emoción del momento y a la filosofía del voy a pasarmelo bien, la inspiración vino a mí en forma de recuerdo y de nuevos momentos vividos. Durante algo más de cuatro horas volaron columpios vacíos sobre nuestras cabezas y por los cementerios esperanzadores de nuestra voluntad. A ratos buscábamos aquellas niñas que de adolescentes lloraban en las fiestas cuando inventaban países fictícios en los que las palabras como porvenir o destino tuvieran un sentido para nosotras. Países que limitaban al Este con mil amigos y al Oeste con mar. En el que pasear por París sin pisar sus calles estaba permitido porque cuando la inocencia es tu dueña, los deseos de cosas imposibles tornan en verdad y te hacen vivir más feliz.

Cuatro amigas, todavía desconocidas, a las que escuchar las mismas canciones les traía diferentes recuerdos de momentos pasados. Quizá amores perdidos, historias perfectas y cargadas de sentimientos; ritmos con letras que sin quererlo hablan de nosotras y de lo que hoy por hoy sentimos y con los que sabes que estás conforme porque la razón, esta vez, le ha ganado al corazón. Y  descifrando ese enigma casual del que te hace partícipe la vida y aprendiendo que mientras quede por decir una palabra, mientras quede una mirada para mí, mientras podamos regalar una sonrisa, mientras quede por cumplir una promesa, mientras quede una razón por reír, mientras quede un secreto entre nosotros y un beso para ir a dormir, estaremos a tiempo de seguir hacia adelante sin rendirnos.

Fuimos partícipes del sufrimiento de la soledad (uh! Sa la la), recordamos aquel rincón paseando por Madrid que en algún momento fue especial y en el que escapábamos de todo porque nos invitaba a pensar. Bailando descubrimos que tenemos talento, cultura, manos bonitas y que intentamos eso de hablar inglés. Podemos cantar para olvidar, actuar para que la vida sea nuestra mejor obra de teatro y pintar sonrisas en aquellos que sabemos que la necesitan. Podemos incluso escribir un poema con el que decir puedes contar conmigo aunque sintamos que vivimos en una cárcel de amor y que tarde o temprano ese alguien nos olvidará como a una muñeca de trapo. Pupilas que se inundan cuando me miras, te miro y suspiras. Miradas apartadas por miedo a temblar y un nudo en la garganta para el recuerdo de un Jueves Once de marzo de hace ya ocho años.

Anoche aprendí que con vosotras me puedo vestir de fiesta, llenar copas de recuerdos e historias, dibujar mi nombre sobre el suelo, viajar en silencio, gritar tanto como queramos, volar y despegar hasta el Sol ya que siempre os quedaréis en las frías madrugadas hasta la luz del alba. Sólo vosotras me podéis enseñar a volar cometas por el cielo. Y mientras los hacemos, cubriremos nuestros ojos, cerraremos la puerta y nos sentaremos cerca las unas de las otras para contarnos que hemos visto nuestros ojos llorar y las piernas aún nos tiemblan cuando recordarmos aquello de lo que hablar.  




Y así, esta mañana, con el frío despertar de una soleada ciudad, sin saber dejar de adorar lo vivido, he vuelto a casa perdida mientras la estrella polar guiaba un camino con el que descifrar el motivo por el cual, las huellas que dejas en mí hacen que se me olviden las penas, y cada vez que me besas se me pegan los labios a tí en esta primavera nublada que se antoja perfecta y llena de promesas que seguro se cumplirán bajo estas lunas de abril. Recordando tu cara esperando en mi portal porque ya sabes que me encantan esas cosas y que no importa si es muy tonto porque soy así.






3.06.2012

... it´s probably nothing but ...



Hay días en los que parece que nada anda bien. Días en los que todo el mundo a tu alrededor inventa problemas con los que preocuparte, maneras de arruinarte o motivos por los que ponerte nerviosa. Pero son días en los que a tí todo te da igual; sin saber porqué miras la vida con la perspectiva de la felicidad y te dejas llevar por cada momento: una cena improvisada en casa de unos amigos, un baile ridículo para rebajar la cena, el preámbulo al adiós de los que se van para tu tristeza o una hora disfrutando de una conversación en unas escaleras viejas y amoquetadas en una casa del centro del LONDRES. Palabras que te llenan de consuelo, otras que te transportan a la dimensión de los deseos siempre anhelados. El capricho de no perder un tren que jamás sabrás cuando partirá. Temblar por la emoción hasta demostrar todos los te quieros que quedarán por decir, aquellos que no se dirán por miedo a arriesgar y los que serán dichos con algo más que con las palabras. Porque hay veces que las palabras no importan. Un gesto, una sonrisa, la perspectiva de una vida que jamás sabrás como será hasta que no la vivas y lo apasionante de soñar despiertos. Con miedos, con dudas pero confiando en todo aquello que quieres mientras te dejas embrujar por una magia extraña que se ha colado en tí y que probablemente no sea nada, pero... sabes que lo que sientes es de verdad.




3.05.2012

... now my life is sweet like cinnamon ...




Levantarse un lunes con la desgana dél frío que entra por una pequeña rendija de la ventana. Comenzar el día como cualquier otro. Seguir la rutina de lo cotidiano y no rendirse ante aquello que te disgusta.  El detalle de dos viejos  y buenos amigos que te desean los buenos días con su sonrisa y con sus pequeñas manías, esas que odias hasta que llega un día que en las echas de menos por culpa de la distancia. Y ries con ellos. Y recuerdas. Y vives nuevos momentos. Y os hacéis preguntas absurdas y brindáis con mini botellas de Coca Cola que un extraño te ha dado en una gran plaza concurrida de gente del centro de una gran ciudad. Donde nunca pensaste en tener un bonito recuerdo. Donde a partir de ahora todo cambiará. Un nuevo lugar lleno de algo que sin saber te atrae, te atrapa y te hace sentir bien.

Pasan los minutos, las horas. Miras un reloj que te llama la atención, recorres una estación de metro buscando ese detalle patético que te hace volver a la inocencia y a la infancia y de nuevo a los recuerdos del porqué de esa amistad cuando casi nada a día de hoy os une por culpa de una distancia se se empeña en separaros y a la vez os une cada vez más.

Y sin querer, tras un café a deshora con triple de azúcar y falto de leche, miras por una vieja ventana que se antoja de película y un cielo de colores pastel en tonos amarillos y violeta te atrapa y te dejas llevar. Risas, miradas complices, música de fondo, medicinas para los ocasionales dolores de cabeza, una caricia furtiva y la mezcla de sentimientos entrelazada por la fina línea que separa el pasado con el presente. Y piensas que ese sueño de mierda que estás viviendo puede llegar a tener sentido si no te ocupas de ello ahora y te dejas llevar por el momento que conduce a pasar una magnifica tarde entre personas que de nada se conocen y que cuando te das la vuelta ya están quedando para mañana. Cierras los ojos. Un momento a solas y te basta para darte cuenta de que tu vida de ahora es tan dulce como lo puede ser la canela.

Cojer el metro como si de transportarte a otra dimensión se tratara, y entre gente que no conoces, una mirada amiga que te aporta calor en las tardes en las que en LONDRES sigue haciendo frío. Un mapa improvisado en una hoja de papel para llegar a tu destino. Música en directo, voces conocidas, la tranquilidad de que aquellos en los que confias piensan tanto en tonterías como tú. Consejos dados,  puede que a destiempo. El chin chin fortuito de dos vasos que brindan por el momento, palabras que no quieres que acaben y que deseas que suenen siempre en tu cabeza. Un baile a acompasado, una canción que tarear sin letra porque se te antoja complicada. Pensar que todo lo dulce es veneno y no poder dejar de beberlo. De nuevo miradas, la seguridad de decirlo todo sin decir nada y terminar bebiendo ese último trago amargo y caliente para querer olvidar los errores cometidos y para elevar la sensación de bienestar por probar del fruto prohibido.

Mirar el móvil para ver a qué deshoras llegas hoy a casa. Sentir el mismo frío procedente de la ventana que 18 horas antes cuando te levantaste y leer un mensaje de alguien que te recuerda que las princesas de cuentos tan reales como terrenales existen y tú eres la protagonista por el sólo hecho de ser tú misma y pensar que tu nueva vida tiene el sabor dulce de la canela. Sólo tienes que seguir pisando con la seguridad de que con querer disfrutar con cada paso que das en esta nube cargada de lluvia y algodón a partes iguales en la que se han convertido tus días.



... radio ...  


" (...) Now my life is sweet like cinnamon
Like a fucking dream I'm living in
Baby love me 'cause I'm playing on the radio
(How do you like me now?"


2.29.2012

... a walk inside: british museum ...




Una de las cosas que tienes la ciudad de LONDRES es que puedes visitar la mayor parte de sus grandes museos de manera gratuita. Algo que me encanta, ya que no tienes la necesidad de verlo todo de golpe y te puedes repartir sin necesidad de pagar infinidad de entradas. 

Hace unas semanas, un día de estos en los que no te apetece parar en casa pero tampoco en la calle por culpa del frío, decidí emplear una tarde entera en culturizarme y en convencerme a mí misma que el British Museum es algo más que momias y estatuas griegas. Y lo conseguí! Después de cuatro horas, guía en mano, abarqué diversos campos acerca del saber humano: etnografía, arte, historia y arqueología.

Hoy os muestro un pequeño resumen de las miles de fotografías que le hice al edificio y al maravilloso techo del Atrio de la Reina Isabel II que diseñó el estudio de Norman Foster y que tan alucinada me tiene... Podría pasarme horas y horar mirándolo!


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Me... Para que veáis que no me invento que voy a los museos!






Otro día os postearé algunas de las colecciones que dentro del museo se pueden encontrar.

... beautiful moments: notting hill ...




Siempre me ha gustado la perfecta conjugación que conforman las palabras amigos  + buen tiempo, y si a eso le añadimos un contexto peculiar y con encanto y un plato de paella como plato principal en el menú del día,... tengo el día que necesitaba desde hace mucho tiempo.

El sábado engañé a mi nueva compi de fatigas Davinia a pasar nuestra jornada OFF por las calles del barrio de Notting Hill. Tenía ganas de un día alternativo, rodeada de tiendas de segunda mano y objetos vintage, música por cada esquina y la sensación de no sentirte desubicada por ser quien eres, pues en contextos como el atractivo mercadillo de Portobello sólo tienes que dejar volar la imaginación y dejarte llevar por cada minuto vivido.

Me encanta la sensación de bienestar que proporciona el estar horas al lado de una persona de la que te queda todo por conocer y con la que te sientes agusto con el siemple hecho de estar con ella. Horas de largas conversaciones, momentos de recreo, risas, bailes, fotos,... Un gran plan para un sábado soleado.

Os dejo con las algunas de las instantáneas que tomamos por el mercadillo, a modo de resumen de lo que fue y como anticipo a todo aquello que nos queda por hacer juntas.

 
    ... a london reminition ...   






Gracias Davi por un día completo e idílico!!!