Qué ganas tenía de estar de vacaciones! VACACIONES!!! POR FIN! Creo que nunca las he deseado tanto! Y es que este año son totalmente diferentes. Este año sí que tengo ganas de vivir el significado de la frase HOME, SWEET HOME. Por fin vuelvo a casa por Navidad. Después de siete meses y medio encerrada en esta isla tengo ganas de bajarme de la nube y descansar unos días al lado de los míos. No será por mucho tiempo, pero creo que es suficiente para volver a valorar cosas que uno olvida cuando se tiene cerca a la familia y el suficiente como para no acomodarme a que mamá me hago todo. Una semana y estoy de vuelta en mi pequeña buhardilla londinense. Siete días para no dejar de dar besos y abrazos y contar millones de experiencias mientras escuchas otras. Qué emoción! QUé ganas! Sólo de pensarlo me pongo super contenta! Mi casa, mi cama, mi familia,... (langostinos, tortilla, jamoncito,...) y la tranquiladad de saber que voy a descansar del mundanal ruido que los ingleses y visitantes producen cuando se acercan estas fechas. Bueno, eso puede que lo eche un poco de menos. La verdad es que me encanta. LONDRES en Navidad merece la pena. Todo es color, luces, dulces, frío calmado por el bullicio de las personas y sobre todo, lo más interesante para mí, es que en cualquier momento y en cualquier sitio puedes soñar. Los escaparates te transportan al mundo que tu quieras a través de un cristal. Los adornos no te dejan indiferente y cualquier detalle, por mínimo que sea, te invita a cerrar los ojos y a dejarte llevar.
¿Bonitas imágenes verdad?
Después de recordarlas con vosotros me he dado cuenta de lo feliz que me hicieron escaparates mientras estudiaba cada detalle. Hoy, sin embargo hay otra cosa que me hace feliz: un número de vuelo impreso en un billete de avión. El número del asiento: 24, como mi nueva edad. 16.00pm. Terminal 3 de Heathrow. Londres. Se recomienda estar una hora antes de la apertura de puertas. Pronóstico del tiempo: parcialmente nublado. Maleta: READY. En España, todos avisados.
POR FIN VUELVO A CASA!
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