Qué agradable sensación la de despertarte y que por la ventana no te entre luz porque hay una persiana que lo impide. Qué agradable sensación la de que tu hermano pequeño te haga el zumo de naranja para que desayunéis juntos mientras tú le preparas su leche calentita. Qué agradable sensación la de ir paseando por la calle y que el termómetro marque 10.5º a las 12.00h y no -3º. Qué extraño que a las 18.00h todavía puedas ver algo de claridad por la ciudad. Qué agradable sensación la de volver a explicarle a los dependientes las cosas en tu idioma, de que las croquetas no tengan que ser congeladas para disfrutar de ellas, de que la tortilla esté en su punto, de que los vecinos se interesen (aunque sea de forma cotilla) por tu vida, de pararte en el semáforo y ver a alguien conocido,... Hay tantas y tantas cosas de las que no era consciente hasta que he dejado de convivir con ellas,... No me cansaré de repetir lo bonito que es volver a casa!!!
Pero como en el fondo me encanta mi nueva vida, como LONDRES, sigo recordándo, que me ha robado el corazón, no puedo dejar de pensar en los agradables y fríos paseos que me he dado durante el último mes por el centro disfrutando de los días pre-navideños. Por eso el post de hoy lo quiero dedicar a mi mañana por Hyde Park y por el parque navideño de WINTER WONDERLAND. El paraíso para los amantes de las atracciones y de los puestecillos de regalos.
¡Espero que os gusten!
p.d._ el post estaba destinado para publicarlo ayer, pero blogger está perezoso y no quiere cargar las fotos, motivo por el cual tampoco os puedo mostrar todas las que me gustaría. Así tengo para otro día!
¡FELIZ NOCHEBUENA!
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